DEL ARTE Y LA EDUCACIÓN
La
sociedad, obligada como está a procurar la formación del hombre, esto es,
obligada a su educación, debería
orientarla hacia la búsqueda y preservación de una totalidad en la unidad de la
naturaleza y la conciencia que es segura fuente de felicidad individual y de
armonía social.
El
arte es un modo de conocimiento
fundamental con el que se logra la integración entre las formas básicas del
universo físico y los ritmos orgánicos de la vida y consiste en ese esfuerzo
antiguo de la humanidad para lograr la unidad y la armonía.
Así en la en la práctica del arte y en su enseñanza, no se
trataría únicamente del logro de
algo perdurable y universal, ni se trataría de la fabricación de artistas
profesionales, sino en encaminar a los hombres al desarrollo de habilidades tales como la capacidad de organización
armoniosa. La práctica del arte, facilita a la psiquis interactuar con la
realidad de un modo ordenador y estructurador.
Desarrolla la “simultaneidad visual”, en la que varios esquemas se
procesan simultáneamente. La práctica del arte, ejercita asimismo, la capacidad
de análisis y de síntesis; desarrolla la toma de decisiones, el espíritu crítico
y la capacidad expresiva, creadora y de significación. Pero, sobre todo, la
práctica del arte facilita un modo de pensamiento integral orgánico.
Quienquiera que no entienda la
necesaria evolución del arte es
porque no entiende su interacción con la conciencia social. El arte, la cultura
y la política son por igual expresiones congruentes de la conciencia humana.
Toda
revolución es proceso de reorganización, ¿cómo se propicia en los jóvenes un
pensamiento ágil para el cambio y una capacidad flexible para crear nuevas
estructuras?, si no es adelantando una política educativa con teorías y
prácticas nuevas, con métodos de enseñanza distintos, actualizados y vigentes.
Generando y sosteniendo espacios reales
donde la enseñanza de todas las artes sea en la práctica, un hecho
revolucionario.
Maracaibo 28 de octubre del 2007
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